Nuevos procesos en la reconstrucción mamaria
El cáncer de mama es el que más afecta a las mujeres españolas, con unos 25.000 casos nuevos diagnosticados cada año. De ellos, se estima que algo más del 64 por ciento acaban en una mastectomía (unos 16.000), pero sólo el 30-40 por ciento de estas mujeres son operadas para la reconstrucción mamaria y, de ellas, únicamente a entre el 30 y el 40 por ciento se les practica la micropigmentación de areola y pezón.
La micropigmentación de areola y pezón constituye, sin embargo, el necesario punto final a la reconstrucción mamaria y es una técnica que está cubierta por la Seguridad Social. Ocurre que se realiza poco por desinformación y por el déficit de unidades especializadas para practicarla. Por ello, es preciso que se unifiquen los protocolos de actuación en cáncer de mama en todos los hospitales y comunidades autónomas españolas, de forma que las pacientes sean informadas siempre de las opciones de reconstrucción mamaria, esta intervención sea realizada exclusivamente por los Servicios de Cirugía Plástica y estos cuenten con unidades de Micropigmentación o puedan derivar, en caso contrario, a centros en los que existan por su gran volumen de reconstrucciones.
"Es preciso que se unifiquen los protocolos de actuación en cáncer de mama en todos los hospitales y comunidades autónomas españolas, de forma que las pacientes sean informadas"
Con independencia de que la reconstrucción mamaria sea inmediata, es decir, en la misma operación que la mastectomía, o diferida, y de que se realice con colgajos, prótesis o expansor, a esta intervención suele seguirle otra en la que, además de sustituirse el posible expansor usado en la primera por una prótesis, se realiza la simetrización de las mamas mediante procedimientos de elevación, reducción o aumento. En la mayoría de los casos, en esta segunda intervención, no se procede aún a la reconstrucción del pezón, ya que es conveniente que transcurra un tiempo para que las mamas caigan de forma natural y se estabilice el resultado. La pauta mayoritaria es dejar pasar unos tres meses antes de que el cirujano plástico reconstruya el pezón, utilizando colgajos de tejidos del pecho de la paciente y anestesia local, y, a partir de ahí, otros tres meses para proceder a la micropigmentación.
Hay que apuntar, finalmente, que esta técnica tiene que ser aplicada por profesionales especializados en ella y que el lugar para hacerlo es un entorno sanitario, pues la zona a intervenir, el pecho, ha sido objeto de una cirugía previa. Además, el cirujano plástico debe valorar si está aconsejada la micropigmentación en la paciente, realizando una prueba que prevenga posibles alergias a los pigmentos usados para colorear la areola y el pezón.
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